miércoles, 14 de octubre de 2009

EL CADAVER



“EL CADÁVER”

Por: Ana Paulina Paternina Alvarez

Investigadora Judicial.
Medellin - Colombia

LA MUERTE

Se puede decir de forma simple que la muerte es el fin de la vida, ya que el mecanismo que mantiene la vida es el ciclo del oxígeno, y al faltar éste, se inicia un proceso básico e incompatible con la vida: la muerte. De la misma forma se acaba con el proceso biológico si se suspende el funcionamiento de los sistemas respiratorio y nervioso central, los cuales mantienen el ciclo del oxígeno.

Definición y generalidades de la muerte
El estudio de la muerte ha sido motivo de diversos análisis como los del Marqués D´Ourches al estudiar el proceso de la temperatura en el cadáver, y los de Bouchut, en 1849, al precisar que la muerte se caracteriza por la ausencia de los latidos cardiacos, la relajación simultánea de los esfínteres, el hundimiento de los globos oculares y la formación de la tela córnea.
La muerte es, por consiguiente, el cese de todas las actividades neurológicas, respiratorias, digestivas, donde, el paro de cualquiera de éstas vuelve incompatible el dinamismo vital del ser humano con la vida misma.
Antes de que ocurra la muerte existen síntomas clínicos y manifestaciones físico-químicas y estructurales estudiadas de forma profesional y científica por los especialistas en la materia.
Los signos tanatológicos o de manifestaciones de la muerte, pueden ser tempranos o tardíos:

Tempranos:

• Enfriamiento
• Deshidratación
• Rigidez y espasmo cadavérico
• Livideces

Tardíos (destructivos):

• Putrefacción cadavérica en sus periodos cromático, enfisematoso y reductivo
• Flora y fauna cadavérica

Tardíos (conservadores):

• Adipocira
• Momificación
• Petrificación
• Corificación

En los signos tempranos el enfriamiento se debe a que, al presentarse la muerte, se detiene la producción de calor. El tiempo de muerte puede calcularse considerando que la temperatura desciende un grado en las primeras doce horas y medio grado en las siguientes doce horas.
La deshidratación es causada por la pérdida de agua por evaporización y se manifiesta principalmente en la pérdida de peso y en la aparición de los signos oculares de Stenon-Louis (hundimiento ocular), pérdida de transparencia y arrugas de la córnea; así como la llamada tela glerosa y en el signo de Sommer (línea oscura en el Ecuador del ojo). Todos estos signos se inician durante las primeras tres horas posteriores a la muerte (www.elmataderodelabuelo.com).
La rigidez cadavérica, que es un endurecimiento de los músculos, se inicia a las tres horas de ocurrida la muerte en los músculos de la cara, y posteriormente, se generaliza entre las 12 y 15 horas. Las livideces son manchas de color rojo vinosas que aparecen en la superficie de la piel durante las primeras tres horas posteriores a la muerte. En las vísceras se conocen como hipostasias.
En cuanto a los signos tardíos, la putrefacción cadavérica tiene tres periodos principales: el cromático, que consiste en la aparición de una mancha verde en la fosa iliaca derecha durante las primeras 24 a 30 horas; el periodo enfisematoso, que consiste en la aparición (en pocos días) de vesículas gaseosas, primero en genitales y luego generalizada, y el periodo reductivo, que se caracteriza por colicuación que se desarrolla en meses, descalcificación y pulverización que se llevan a cabo en años.
Por último, en lo que se refiere a los signos tardíos conservadores, la adipocira, es la transformación jabonosa de los tejidos grasos del cadáver. La momificación, consiste en la desecación cadavérica, la petrificación o calcificación, confiere características de piedra al cadáver, y la corificación, transforma la piel del cadáver dándole aspecto de cuero recién curtido.

Manifestaciones físicas de la muerte
En el lugar de los hechos pueden encontrarse gran variedad de evidencias, mismas que al ser estudiadas aportarán datos importantes para reconstruir el hecho; sin embargo, cuando en la escena es hallado un cadáver se requiere de un procedimiento especial que se denomina levantamiento del cadáver, el cual se realiza de manera integral por el médico forense, ya que éste es el especialista que se encarga de confirmar o descartar la muerte, determinar la posible causa y realizar el cronotanatodiagnóstico.

En caso de encontrarse el más mínimo detalle de vida
Si cuenta con el equipo necesario o con la colaboración de paramédicos, se procederá a brindar los primeros auxilios y trasladar inmediatamente al lesionado a un centro hospitalario; de igual forma, si la situación de emergencia lo permite, se realizará la fijación fotográfica y planimétrica, y deberá anotarse la posición y orientación en la que fue encontrado el sujeto, así como su examen externo.

Si se diagnostica muerte real
El equipo de trabajo multidisciplinario desarrollará su labor y el médico determinará el probable cronotanatodiagnóstico, es decir, el tiempo posible en que ocurrió la muerte, basándose en los signos tanatológicos tempranos y/o tardíos. De igual forma, se buscarán datos para determinar la posible causa de la muerte, por lo que se realizará un examen cuidadoso y completo del cuerpo ubicando su posición y orientación, así como las características de las lesiones, las ropas del cadáver, la observación del lugar y sus alrededores.
Todos los elementos que se citan ayudarán en la investigación para poder determinar cuál fue el modo en que murió el sujeto, y si se trató de muerte natural, de un homicidio, suicidio, accidente.
Los resultados de la participación del médico forense y como ocurre con todo el equipo de trabajo, deberán quedar perfectamente fijados para poder integrar el dictamen correspondiente.

Tipos de muerte
Desde el punto de vista anatómico hay muerte somática y muerte celular.
Muerte somática es la detención irreversible de las funciones vitales del individuo, en conjunto.
Muerte celular es el cese de la vida en los diferentes grupos celulares que componen el organismo; la vida no se extingue al mismo tiempo en todos los tejidos.
Desde el punto de vista medicolegal, se distinguen: Muerte aparente y Muerte verdadera.
Muerte aparente es aquella en que hay inconsciencia e inmovilidad con aparente detención de la circulación y la respiración. Puede ocurrir en la asfixia por sumersión, la electrocución, el síncope, la hipotermia y la intoxicación por barbitúricos. Es una condición reversible, siempre y cuando se lleven a cabo las maniobras oportunas para resucitar al individuo.

La muerte verdadera
Es el cese real e irreversible de las funciones vitales. La detención a la cual se hace referencia no es forzosamente simultánea en la circulación y la respiración. Sin embargo, cualquiera que sea su secuencia siempre resulta afectado el sistema nervioso central, que es demasiado vulnerable a la falta de oxígeno.
Desde el punto de vista clínico existe el estado vegetativo y la muerte. El primer caso ocurre cuando el cuerpo no pierde las funciones básicas del tallo cerebral, las cuales permiten el funcionamiento espontáneo de la respiración y la circulación; mismas que a su vez proporcionan la capacidad cardiaca; y, por otro lado, la muerte cerebral ocurre cuando un sujeto es sometido a medios artificiales para mantener la respiración y la circulación.
Una vez establecido el tanatodiagnóstico, es deber del médico forense determinar el tipo de muerte que ocurrió dentro del suceso. Las principales categorías, son las siguientes:

1. Muerte Natural: Es aquella que resulta por el debilitamiento progresivo de todas las funciones vitales, como en el caso de las personas que mueren a causa del desgaste cronológico de su organismo (por la edad avanzada).

2. Muerte Local: Ocurre en una parte del cuerpo; estos casos suelen ocurrir cuando el sujeto se ve implicado en un proceso de hipoxia, esto es, la falta de oxígeno a una parte del cuerpo humano, como puede ser el caso del brazo de un menor que está constreñido por una cinta elástica que éste ocupe para jugar, la mujer que, al estar trabajando en una tortillería le queda atrapado un dedo de la mano, y al esperar mucho tiempo el proceso de rescate, su miembro entre en un estado de gangrenamiento debido a la falta de circulación de oxígeno el esta parte de su cuerpo.

3. Muerte Aparente: Citada anteriormente.

4. Muerte Real: También, conocida como muerte somática.

5. Muerte Súbita: Es el deceso instantáneo que sorprende a un individuo que goza aparentemente de buen estado de salud.

6. Muerte Repentina: Es la que ocurre inesperadamente en una persona que padece una enfermedad aguda o crónica, cuyo desenlace fatal era de esperarse.

7. Muerte Violenta: En el campo de la medicina forense, se conocen diferentes conceptos o definiciones, incluyendo también la muerte real y muerte aparente, de tal manera que todo ello encausa a establecer una sola definición biológica de muerte violenta: “El cese total de las funciones vitales de un organismo humano, causado por los efectos de algún agente externo”.
Los factores diferenciales de la muerte violenta, se manifiestan muy claramente en la clasificación de las diferentes formas de muerte, ya que mientras en la muerte aparente existe un estado pasajero en el que las funciones vitales están abolidas temporalmente, en una muerte real la abolición es total, pero no definitiva en algunos casos.
Debe tenerse presente que en los casos donde una persona pierde la vida en forma violenta, siempre la abolición total de las funciones vitales es originada por la acción directa o indirecta de algún agente externo mecánico, físico, químico o biológico, cuyas manifestaciones se estudian para conocer sus fenómenos de producción.
Las formas de muerte, según su etiología médico-legal, son: Naturales y Violentas. Las naturales se presentan regularmente por enfermedades diversas o por senilidad. Y, las violentas, se presentan por la acción de algún agente vulnerante externo.

La declaración de Sydney (Australia)
En el congreso mundial de médicos que se llevó a cabo en agosto de 1968 en Sydney, Australia, se emitió un voto final en lo relativo a la muerte, el cual desde entonces se conoce como declaración de Sydney. Esta declaración, entre otros puntos, manifiesta que la determinación del momento de la muerte en la mayoría de los países es responsabilidad del médico y así debe seguir siendo; se marcó la diferencia entre muerte real y muerte cerebral, de igual forma se determinó que el diagnóstico de muerte se basará en el juicio clínico y, si fuera necesario, por lo de aparatos, entre los cuales el electroencefalógrafo es actualmente el más indispensable
Por último, establece que la determinación del momento de la muerte permitirá, desde el punto de vista ético, cesar todos los esfuerzos de reanimación y, en los países en los que la ley lo permite, debe realizarse la extracción de los órganos desde momento que las condiciones legales, en lo que hace al consentimiento, hayan sido cumplidas.

CARACTERÍSTICAS DE LOS CADÁVERES
Todo cuerpo que ha sido lesionado y, como consecuencia, privado de la vida, comienza un proceso biológico establecido de forma natural.
Es importante que se tenga en cuenta que dependiendo de la forma en que se presente el cadáver para su estudio, serán los sistemas que se utilizarán para la identificación, pudiendo ser estas formas las siguientes:

1. Cuerpos Recientes
2. Cuerpos Putrefactos
3. Cuerpos Momificados
4. Cuerpos Esqueletizados
5. Cuerpos Saponificados o en estado de Adipocira
6. Cuerpos Corificados

1. Cuerpos Recientes
Son aquellos en que los fenómenos de putrefacción no han hecho su aparición, dependiendo esto del clima y tipo de lugar en donde se haya encontrado, además del tipo de muerte y otros.
Es importante hacer mención de que se hace la anotación de aquellos fenómenos cadavéricos normales, correspondientes a las primeras horas después de la muerte, tales como rigidez o flacidez, en los que no hay alteración importante de las características del cuerpo, por lo tanto, este tipo de cuerpos son aquellos que tienen pocas horas de fallecidos.

2. Cuerpos putrefactos
Cuando los fenómenos de putrefacción se manifiestan o hacen de diversas formas, las que pueden ir desde la aparición de la mancha verde abdominal, a la presencia de flictenas o bien procesos más avanzados, siendo estos casos para aquellos cuerpos en los que encontramos una serie de alteraciones que pueden hacer difícil el esclarecimiento de ciertas características para la identificación.
La putrefacción es la descomposición de las materias albuminoideas con producción de gases pútridos; es la desintegración de la materia orgánica por la acción de ciertos microbios: su primer signo es la mancha verde abdominal que aparece en la región de la cresta iliaca derecha, producto del proceso de descomposición de la zona donde se localiza la válvula ileofecal y la fetidez característica (mal olor), en relación con las variaciones según el medio.
Comenta Fernández que Casper estableció tal vez uno de los datos más importantes a observar dentro del proceso de putrefacción de un cadáver, proceso que es de máxima relevancia para el establecimiento del cronotanatodiagnóstico por parte del médico legista: “un cadáver alcanza un proceso de putrefacción en una semana al aire, igual o correspondiente a dos semanas en el agua o bien a ocho semanas en la tierra
La putrefacción es el conjunto de cambios químicos que sufre la materia sustraída a las leyes de la vida, en ciertas condiciones de temperatura, humedad y aire, influyendo la acción microbiana, que actúa sobre la materia orgánica. La putrefacción se acelera o se retarda teniendo en cuenta varias condiciones: causa de la muerte, que puede ser por acción de venenos, medicamentos, lesiones por arma blanca, etc., condiciones ambientales, como son el aire, la humedad y el calor en proporciones adecuadas las cuales la aceleran; en verano entran los cadáveres más rápidamente en estado de putrefacción que en el invierno; en el mismo cadáver hay regiones que sufren primero el proceso; sin olvidar que las temperaturas bajas o muy bajas son totalmente incompatibles con la putrefacción.
El Dr. Simonín indica, que: “Se inicia (En el periodo comprendido desde el segundo día de verano, hasta el octavo día de invierno) por la mancha verde abdominal situada en la región cecal (Salvo en los ahogados y recién nacidos, en que aparece primeramente en la cara, “cabeza de negro”); después aparecen brazos rojizos a lo largo de las venas superficiales del tórax y de los miembros.
Tenemos que expresar que al no tratarse de un estudio de medicina legal o forense, no queremos ahondar más en detalles que confundan o desvíen el curso de esta investigación. Lo descrito con anterioridad es con el único fin de servir como referencia para adoptar nuestra posición en el proceso de conclusiones que más tarde se realizarán. No por eso omitiremos mencionar que grandes Médicos Criminalistas como los doctores Snyder, Don Emilio Bonnet, Austin Gresham y el Dr. Torres Torija, entre muchos otros, han dado su propia -pero no por eso menos importante- versión sobre la conceptualización del fenómeno de la putrefacción.

3. Cuerpos Momificados
La palabra momia proviene del árabe mumia, del persa mun que significa cera. Cadáver que se deseca y se conserva con el transcurso del tiempo. (Op. cit. p. 996) Esta forma de hallar un cadáver no es muy frecuente en nuestro país, pero en los casos en que se presentan, se puede encontrar comúnmente una alteración de las características del cuerpo que impiden la utilización de algunas técnicas de identificación (mismas de las que hablaremos más adelante), siendo importante hacer mención que para efectos del establecimiento del cronotanatodiagnóstico se presentan dificultades propias de la maniobrabilidad del cuerpo, como pueden ser: el avanzado estado de deshidratación corporal, carencia de fluidos básicos para determinar pruebas serológicas, etc.
La momificación es un fenómeno físico de desecación celular. La momificación del cadáver se produce principalmente en suelo arenoso, seco, a temperatura alta, donde el cadáver pierde agua y se diseca. De igual forma, si colocáramos un cuerpo sobre bloques de hielo, este se preservará durante muchos años. El embalsamamiento tiene los mismos fines.
La deshidratación del cuerpo es rápida y extensa, existe desecación de vísceras y tejidos que endurecen y disminuyen su volumen. Dentro de los países cálidos los cadáveres se desecan, se momifican y se conservan en los terrenos secos y arenosos. La desecación de los tejidos es opuesta a los procesos propios de la putrefacción. La piel de un cadáver momificado tiene el aspecto de cuero seco y rígido; el cuerpo y la cara guardan sus formas naturales; las vísceras se reducen de peso y volumen con características yescas
Para Quiroz Cuarón la momificación es un proceso transformativo del cadáver que puede ser artificial o provocado. En el primer caso sería el embalsamamiento, como en el caso de los egipcios; y, más recientemente, el de la conservación de Lenin en la Plaza Roja. Cuando la momificación es natural se puede llevar a cabo en lugares como templos donde la humedad es casi nula, en cuevas, criptas o en terrenos secos.

4. Cuerpos esqueletizados
Dentro del área de identificación, el estudio de este tipo de cuerpos, requiere de una serie de conocimientos por parte del investigador para el establecimiento de las características de estos restos, los cuales, como su nombre lo indica, se encuentran reducidos a su expresión esquelética. (LOZANO, 2001: 63) (Fig. 13)

Los signos en los restos esqueléticos se pueden apreciar, en los siguientes puntos a estudiar:

a) Capa de moho en sepultados en tierra, de 2 a 4 años.
b) Desaparición de grasas en los huesos, de 5 a 10 años.
c) Inicio de la destrucción de huesos, de 10 a 15 años.
d) Estado quebradizo, frágil y superficie porosa, 50 años.
e) Desaparición de la médula ósea, de 6 a 8 años.
f) Cavidad medular blanqueada, 10 años.

En la actualidad existen muchos métodos para la identificación de este tipo de restos; siendo uno de los más comunes -para la determinación de la estatura a través de la medida de los huesos- la Tabla de Santiago Genovés para cadáveres cuyo origen, se presume, pertenece al continente americano.

5. Cuerpos Saponificados o en Estado de Adipocira
Como su nombre lo indica, la palabra saponificación proviene de las voces latinas sapo, onis, que significa jabón y facere, que significa hacer. (Op. cit. p. 1302)
Por lo tanto la saponificación consiste en la transformación de los elementos grasos del cuerpo humano sin vida en sustancias con características jabonosas. La saponificación o adipocira es la transformación jabonosa de la grasa subcutánea del cadáver. Ocurre cuando el cuerpo tiene grasa y se encuentra en medio húmedo con obstáculo al acceso del aire. La grasa se desdobla en glicerina y ácidos grasos. Tiene un aspecto céreo, un olor rancio, flota en el agua, se disuelve en alcohol y éter, que da una reacción color azul verdoso. (Fig. 14)
El proceso tiene sus primeras manifestaciones en la región geniana derecha e izquierda (mejillas) y en la región glútea (nalgas), aparece de 3 a 6 meses después de la muerte, y se completa en un año y medio. En recién nacidos este proceso puede ocurrir en el lapso de 6 a 7 semanas.
Comenta el Dr. Quiroz Cuarón: “La saponificación o adipocira es el proceso transformativo del cadáver en una sustancia jabonosa que da la impresión de queso, de color amarillo oscuro. (Op. cit. p. 501) (Fig. 15)

6. Cuerpos Corificados
La Corificación es la transformación de la piel del cadáver en un tejido que se asemeja al cuero recién curtido. Aparece al final del primer año y comienzo del segundo de la muerte. (www.morgue.com)

TIPOS DE CADÁVERES SEGÚN LAS CONDICIONES EN QUE SE ENCUENTREN
Aunque ya sabemos cuáles son los procesos por los que puede pasar el cuerpo humano como producto de la pérdida de la vida, dentro de nuestra investigación nos pudimos percatar de que en algunos casos el perito no describe de forma completa y objetiva el proceso y el estado o condiciones en que fija, levanta y embala un cuerpo, puesto que en algunos casos la descripción que se realiza del cadáver presenta inconsistencias de carácter formal en cuanto a situaciones tan delicadas como la ubicación correcta, características de las ropas, de la forma original en que se encuentran las cosas dentro del lugar de los hechos, o bien en cuanto a los indicios encontrados.
Las variantes en las que se pueden encontrar, tienen que ser clasificadas para su estudio, siendo esta la forma, en que se ordenan:

1. Cuerpos Íntegros.
2. Cuerpos Incompletos.
3. Cuerpos Desmembrados.
4. Cuerpos Descuartizados.
5. Cuerpos Fragmentados.
6. Cuerpos Mutilados
7. Cuerpos Quemados.

1. Cuerpos Íntegros
Son aquellos cuerpos, que independientemente de la forma de presentación, se encuentran completos, sin faltarles, dentro de los patrones normales, parte anatómica alguna; haciendo mención a que llamamos “patrones normales” a aquellos en que la forma y tipo de muerte no han alterado la integridad del cuerpo, excluyendo a las ausencias dentales (que se tratarán dentro del marco del sistema de identificación sobre estomatología).

2. Cuerpos Incompletos
Estaremos hablando de cuerpos cuyas características morfológicas fundamentales de estructura se hayan perdido durante la ejecución del ahora occiso, o bien mientras su cuerpo era trasladado de lugar, -aquí podremos pensar que el cadáver ha sido removido del lugar real de los hechos hasta el lugar del hallazgo.

3. Cuerpos Desmembrados
Son los cuerpos que al ser victimados fueron separados en todos o algunos de sus componentes utilizando lo que en Criminología se le llama: “Una Ilógica Crimino Dinámica”; esto es, los miembros fueron desprendidos de manera abrupta del cuerpo del ahora occiso, sin utilizar cortes finos, que hayan sido ejecutados en las coyunturas de las extremidades, punto que hace parecer más grande a la opinión pública cada uno de los detalles del acontecimiento mortal.

4. Cuerpos Descuartizados
En estos casos la acción criminal victimizadora se realiza a través de una “Estética Crimino dinámica” (en términos Criminológicos). Los miembros anteriores, posteriores y el superior (cabeza) son cortados con una estrategia sutil que permite al Criminalista y al Médico Forense darse una idea sobre el perfil técnico del ejecutor del homicidio. Los cortes se llevan a cabo a partir de cada una de las coyunturas de las extremidades del cuerpo: falange, falangina, falangeta para las manos; muñeca, codo y hombro para los brazos, y así sucesivamente. (Fig. 20)
En ambos casos (desmembrados y descuartizados) estaremos hablando de cuerpos fragmentados, este tipo de variantes las encontramos en los cuerpos que han sufrido secciones que separan una parte anatómica del todo corpóreo, pudiendo determinar, a través de los estudios correspondientes, que estas partes seccionadas se ajustan al sujeto en estudio y sin que haga falta parte alguna (Ídem).

5. Cuerpos Mutilados
Cuando un cuerpo ha sufrido secciones de alguna parte de su anatomía y no acompañan al mismo para su estudio, se puede determinar que se encuentra incompleto por la mutilación, con lo que se puede alterar, dependiendo de la parte faltante, el estudio para la identificación. (Ídem: 63) (Fig. 21)

6. Cuerpos Quemados
Dependiendo del grado y forma de quemadura que presente el cuerpo será la forma de su estudio, encontrando desde leves quemaduras, hasta muy extensas en donde se alteran las características del sujeto con la consecuente dificultad para su análisis.
Los especialistas participantes en un levantamiento de cuerpo quemado, tendrán que hacer una evaluación del cuerpo por estudiar para determinar si es posible efectuar sus técnicas en el sujeto problema, o bien se ven impedidos para hacerlo; por ejemplo, un dactiloscopista se verá impedido de actuar en un cadáver que se encuentre mutilado y al que le falten los dedos, ya que no existen pulpejos dactilares.
Efectuada la clasificación del cuerpo, se procede al establecimiento de las características de identificación del mismo, pudiendo ser éstas, de dos tipos:

1. Características naturales
2. Características adquiridas

En este caso de la identificación, en donde se hace un estudio de forma integral y completa, describiendo y separando todos y cada uno de nuestros hallazgos, permitiendo de esta manera tener una imagen de las características que nos podrán ayudar a establecer la individualidad de un cadáver.

1. Características naturales
El hombre, dada su naturaleza, presenta características que le ubican dentro del grupo humano, por lo tanto, tendrá una serie de datos comunes a todos los demás de su misma especie, con las variantes del grupo étnico y al mestizaje al que correspondan, siendo importante mencionar que su correcta descripción establece puntos primarios para la identificación del culpable. Estos puntos comunes son: sexo, edad, estatura, complexión, pelo, ojos, párpados, nariz, huellas dactilares, grupo sanguíneo.
Estos son algunos puntos que se toman en cuenta para la clasificación de las características naturales, que como se podrá dar cuenta, son comunes a todos aquellos que pertenecen al grupo humano y es importante establecer con precisión sus datos, teniendo el criminalista la opción de poder enriquecer los mismos de acuerdo a su nivel intelectual, académico, empírico y experiencias.

2. Características adquiridas
Son aquellos que se toman durante el proceso de la vida, con las cuales será diferente a todos los demás; permitiendo con esto, tener puntos importantes para la individualización que puedan llevar a una identificación positiva.
Estas características son importantes, pues con ellas, el sujeto adquiere una serie de elementos que, dependiendo de la ubicación geográfica corporal y el tipo de estas, serán únicas en él; motivo por el cual el estudio para lograr identificar el cuerpo se verá fortalecido por estas características. Las características adquiridas son las siguientes: fracturas consolidadas, tatuajes, cicatrices, sean quirúrgicas o no, tratamientos dentales, etc.
Es sólo mediante la conjunción de todas estas características que podemos obtener una serie de datos que nos pueden dar bases para lograr la identificación del occiso; siendo claro que muchas de estas técnicas, sus resultados, son sujetos a comparación. Por esto se hace más importante y fundamental la aportación de historias clínicas, fotografías, documentos en donde existan huellas dactilares, entre otros, para poder realizar confrontaciones que nos permitan tener una investigación objetiva.

En completo estado de ebriedad una abogada de la Procuraduría protagoniza tremendo escándalo



(Video América Noticias) Mire usted lo que puede provocar el alcohol. Y es que una reconocida abogada de la Procuraduría identificada como Juana Soledad Vera Pinto Egas, protagonizó un tremendo escándalo al chocar su vehículo en completo estado de ebriedad y encima arremetió contra los policías que la intervinieron.
Según un video difundido por América TV, la mujer agredió a patadas y mordidas a las policías en la Comisaría de San Antonio, en Miraflores.

CUANDO LA PREPOTENCIA Y LA IGNORANCIA SE VISTE DE LAUROS ACADEMICOS...

En las imágenes se puede ver como la letrada, que tenía 1.7 gramos de alcohol por litro de sangre (el triple del mínimo legal de 0,5), se niega a colaborar con los agentes policiales lanzando amenazas, golpes y escupitajos.
Como consecuencia de esto, la suboficial María Beatriz Merino Morales, quien fue golpeada por la descontrolada mujer, sufrió moretones en la frente y los brazos. Asimismo, el parte policial detalló que otro efectivo terminó con el labio roto como consecuencia de las agresiones.
Horas antes, la abogada fue intervenida ebria luego de chocar su moderno vehículo, de placa BOE-477, con coaster en la intersección de las avenidas República de Panamá y 28 de Julio, en Miraflores. Se encontró botellas de cerveza vacías en el interior de su auto. La Fiscalía la denunciará por violencia y resistencia a la autoridad.

Fuente:

http://www.periodismoenlinea.org/200910145176/Ultima-Hora/En-completo-estado-de-ebriedad-una-abogada-de-la-Procuraduria-protagoniza-tremendo-escandalo.html