lunes, 23 de agosto de 2010

Secuestro de Bus en Manila

Ocho turistas chinos mueren en el secuestro de un autobús en Manila
El secuestrador, un ex policía expulsado del cuerpo que pretendía ser readmitido, muere de un disparo en la cabeza.- El gobernador de Hong Kong, molesto por la gestión del secuestro



Varios agentes de la policía filipina junto al autobús secuestrado en Manila, antes del asalto- EFE
La policía filipina ha acabado hoy a tiros con el secuestro de un autobús en el que, inicialmente, viajaban 25 personas, la mayoría turistas de Hong Kong. La operación de rescate, retransmitida en directo por canales de televisión de todo el mundo, se ha saldado con la muerte de ocho ciudadanos chinos y también con la del secuestrador, un ex policía apartado del cuerpo por corrupción hace dos años que demandaba ser readmitido. Otros seis turistas han resultado heridos en el rescate, al menos uno de ellos de gravedad.

Comida. El negociador filipino entrega al conductor del autobús comida para los rehenes. En la luna del autobús, las condiciones del secuestrador.- REUTERS
Tras más de 12 horas de negociaciones, a lo largo de las cuales se logró la liberación de tres niños, tres mujeres, un hombre diabético y el guía y el fotógrafo que acompañaban a los turistas, la policía ha decidido intervenir. Treinta agentes han rodeado el vehículo, estacionado cerca de la plaza Rizal —uno de los lugares más turísticos de Manila— y, mientras trataban de romper con un mazo los cristales del vehículo, han forzado las puertas para intentar entrar.
El secuestrador, Rolando Mendoza, de 55 años, ha respondido entonces abriendo fuego con su fusil de asalto M-16. Durante varios minutos ha reinado el desconcierto. Los agentes seguían martilleando las lunas del autobús y se oían disparos. Al final, medio cuerpo del secuestrador ha aparecido colgando por la puerta lateral derecha del vehículo. Un tirador había hecho diana en su cabeza.
Pero la operación de rescate, criticada por el gobernador de Hong Kong, Donald Tsang, ha acabado también con la muerte de ocho de los rehenes que aún seguían a bordo del autobús. "El manejo y, sobre todo, el resultado [de la operación], me parece decepcionante", ha dicho Tsang.
Un portavoz de la policía, Nelson Yabut, ha explicado que en el primer intento de asalto "el capitán Mendoza, que estaba tumbado en el pasillo", ha disparado contra uno de los agentes. "En el segundo intento, lo hemos matado", ha dicho.
Yabut ha explicado también que durante la operación se han usado bombas luminosas y gas. "Hemos hecho todo lo posible para negociar pacíficamente", ha relatado, "pero no nos ha dado más opción". El secuestro se produjo sobre las nueve de la mañana, hora local (dos de la madrugada, hora peninsular española). Mendoza marcó algunos plazos para lograr su objetivo sin llegar a cumplir sus amenazas en los primeros momentos del secuestro. Sin embargo, poco antes de la primera intentona policial ha concedido una entrevista a una radio local y ha afirmado que estaba viendo cómo los "equipos de asalto" rodeaban el autobús, que sabía que le iban a matar y que estaba "preparado para hacer lo mismo".
El conductor del autobús ha logrado escapar poco antes de la intervención de las fuerzas policiales, ya de noche en Manila, por lo que el tiroteo se ha producido cuando en el interior del autobús quedaban 15 rehenes de los 25 a los que Mendoza retenía al principio del secuestro. Más de la mitad de ellos han muerto. Ocho rehenes y el secuestrador.
El inspector Mendoza, que había alcanzado el rango de capitán, fue suspendido en 2008 y expulsado definitivamente en enero de este año, junto a otros cuatro agentes. El motivo: la extorsión a un ciudadano filipino al que en su día exigieron unos 350 euros por permitirle aparcar en un lugar prohibido, conducir sin licencia y consumir drogas.
Durante el secuestro, Gregorio Mendoza, hermano del ex policía, declaró que este había sido "expulsado injustamente, sin un juicio, y sin posibilidad de explicarse o disentir". Gregorio Mendoza ha afrimado también que el Departamento de Asuntos Internos de la Policía ya había concluido que su hermano era inocente, pero que la Defensora del Pueblo aún no se había pronunciado.
El secuestrador había pegado a una ventana del autobús un papel con la frase: "Un gran error para corregir una gran decisión equivocada".
El jefe del Estado filipino, Benigno Aquino, envió sus condolencias y las de todo el país a los familiares de los rehenes fallecidos. Aquino también defendió la actuación de la policía.


El secuestrador..

El secuestrador. El ex oficial de policía Rolando Mendoza se asoma por una de las ventanas del autobús que ha secuestrado en Manila. El agente pide su readmisión en el cuerpo, del que fue expulsado tras estar implicado en varios delitos de narcotráfico, extorsión y corrupción.- REUTERS
Fuente:
http://www.elpais.com/articulo/internacional/turistas/chinos/mueren/secuestro/autobus/Manila/elpepuint/20100823elpepuint_2/Tes

No hay comentarios: